Propósito y Dedicatoria

Este blog es una especie de "colección virtual", ya que en realidad no tengo la mayoría de estas piezas filatélicas. Quiero dedicarlo a dos filatelistas que conocí hace años y que despertaron mi sensibilidad por este tema, aunque no al punto que me llevaran a coleccionarlo. El primero que nombro es el ya fallecido Juan Bosco Oberti (Paysandú 1935-Montevideo 2016), uruguayo, de quien pude ver en una exposición su colección que se titulaba más o menos como este blog. No lo recuerdo con precisión. El otro es Humberto Brumatti, argentino, que coleccionaba motivos uruguayos en la filatelia argentina y motivos argentinos en la filatelia uruguaya. Para ambos este modesto homenaje.

jueves, 23 de octubre de 2014

Artigas en el Paraguay: Santiago Derqui (Argentina, 1890)


País emisor: Argentina
Fecha de emisión: 1890
Catálogo Scott: 76

Bastante antes de ser presidente de la Confederación Argentina (1860-1861), Santiago Derqui estuvo en Paraguay acompañando al Gral. José María Paz. Allí visitó a José Artigas. Así lo relata la historiadora uruguaya Ana Ribeiro:

La primera persona que deja testimonio de haber visitado a Artigas en Ibiray fue Santiago Derqui, en el año ’45. La tantas veces negociada alianza de Paraguay con Corrientes para enfrentar a Rosas, explica cómo y por qué Derqui llegó al Paraguay.
(…)
Era cordobés, tenía 35 años y había transcurrido su juventud junto al general Paz, de quien era secretario y confidente. Paz, como director de la guerra contra Rosas, lo envió frente al presidente López. (…) Era portador de una oferta de alianza militar con Corrientes.
(…)
En Paraguay no fue recibido como diplomático, sino como portador de una misión confidencial. (…)
[Sin haber arribado a nada] Derqui regresó con su comitiva en un buque que lo llevó aguas abajo, pero antes de eso se entrevistó con Artigas.
(…)
Una carta de José Ignacio Márquez dirigida al general José María Paz así lo informa:
(…)
[El Dr. Derqui] Tuvo el gusto de estar con el Gral. Artigas que llegó unos días antes de su venida. Lo habían llamado de su miserable retiro con el ánimo de hacerle encabezar una fuerza de 3.000 hombres para perseguir unos indios del Chaco que le habían robado unas estancias que habían poblado en aquel territorio. Se había ocultado el empeño de este Gobierno en tiempos de [Pedro] Ferré para que viniese a ésta, y respondió con una negativa fingida de él, pues él lejos de desecharla la hubiera admitido de mil amores por los inmensos trabajos que ha tenido así por la subsistencia, como por vestir pues que muchas veces ha estado desnudo. Toda esta maldad por no dejarlo salir era sólo con el objeto de privarnos de esa adquisición y de que no diera detalles de aquel país (…) 
(Ana Ribeiro, El caudillo y el dictador, Planeta, Montevideo, 2003, pp. 463-464.)





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